Aerolíneas Argentinas: Discuten incremento salarial por beneficios convencionales. ¿Por cuánto tiempo?
Es posible que en los próximos días la expectativa esté puesta en ver si el porcentaje de aumento está más cerca del 14%, como proponía la empresa, o del 35% que pretendían los gremios.
La paz o normalidad, como se vio estos últimos días, tiene vida efímera. Su fecha de vencimiento es el 15 de diciembre cuando la alianza pilotos-maleteros, ante la inminencia de la temporada – los vuelos mayoritariamente vendidos – advierta que ha llegado el momento de volver a presionar, cuando el “adversario” está más expuesto. Es un clásico.
Mientras tanto, y para que ante la opinión pública parezca que el gobierno ahora es el duro, trascienden discusiones, como la de este lunes, por ejemplo, por el costo de los remises para llevar y traer a las tripulaciones entre los domicilios y los aeropuertos. Lo cual no quiere decir que este tema no sea un escándalo: 33 millones de pesos por día para solventar 300 viajes (150 de ida y 150 de regreso) no lo es. Si bien hay alternativas para bajar estos costos, es difícil imaginarse a un tripulante con su uniforme viajando en un transporte público, algo que es habitual en algunos otros países.
Sin embargo, hay otros temas que hacen a la eficiencia de una compañía y que parecen difíciles de tocar en Aerolíneas como las reprogramaciones, las guardias que se cobran, las horas de vuelo, el excesivo tiempo de Turnarounds, etc., etc.
Hasta ahora, las únicas armas con que parecían disponer la empresa y el gobierno en su pelea con los gremios es el Programa Preventivo de Crisis al que supuestamente recurrirían en caso de no llegarse a acuerdos, lo que sería un despropósito teniendo en cuenta que éste procedimiento no fue diseñado para cerrar empresas, si no, por el contrario, para reducir costos buscando evitar el cierre de las mismas. El procedimiento, en definitiva, permitiría a la empresa despedir personal con una indemnización inferior “por razones de fuerza mayor”.
De todas maneras, nadie piensa que el gobierno disponga en este momento de unos 2.500 millones de dólares como para cerrar la compañía.
Sin candidatos serios y firmes para quedarse con la empresa, pese a los nombres tirados al mercado, las posibilidades de llegar a acuerdos importantes en estas discusiones entre empresa y gremios, parecen difíciles. Poco ha trascendido sobre las discusiones de estos días en las oficinas de la empresa, como no ser “hemos hecho avances importantes” aunque sin aclarar cuáles y con quién.
La intervención de la empresa, si las cosas se endurecen, podría ser una posibilidad para forzar los cambios requeridos. Una intervención siempre que se parezca más a una auditoría profunda.
La otra alternativa son la cancelación de los vuelos internacionales de largo radio como Madrid, Roma, Miami y Punta Cana. Se sabe que las mayores pérdidas de la empresa argentina son estos vuelos. Esto implicaría la devolución de los ocho A330-200, hoy alquilados a U$S 500.000 por mes, promedio, para consolidarse como una empresa eficiente de cabotaje y regional. Borrar estos cinco vuelos diarios, implicaría reducir la estructura a menos de la mitad. La conectividad interior, que tanto preocupa a políticos y gobernadores no se vería afectada. Por el contrario.
En internacional, Aerolíneas representa el 13% del tráfico desde y hacia la Argentina. Mientras Aerolíneas ofrece dos vuelos diarios a Madrid, Iberia pone cinco, a los que se le deben agregar el vuelo de Level a Barcelona y los de Air Europas además de las aerolíneas europeas que cubren todo el continente. Lo mismo con Estados Unidos. Mientras Aerolíneas ofrece dos vuelos diarios a Miami, American Airlines dispone de cinco diarios entre Argentina y EE.UU. Además de los de Delta, United y las latinoamericanas (Latam, Copa, Avianca, Gol, Azul, Aeroméxico, etc.) con sus hubs en la región.
Con la ventaja de que abocada al cabotaje y el regional la empresa sería seguramente atractiva para su posterior privatización.
Así como los gremios tiene plazos en sus luchas, el gobierno también tiene una fecha límite para mostrar a la sociedad que solucionó o está en vías de “el problema Aerolíneas Argentinas”: las elecciones de medio término del 2025.
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